La
noche es fría y la luna alumbra tu figura alargada. el mundo no para
y te sientes perdido entre el ruido de una ciudad que no duerme.
Caminas solo. Escuchas el sonido de tus pasos. Nadie camina a tu
lado. Siempre te has sentido solo. Un gorro de lana cubre tu cabeza.
Intentas no pensar en nada. El día ha sido largo. Estás cansado.
Buscas tu hogar. No tienes ganas de hablar. Las palabras son aveces
vacías y sin sentido. Llueve. No te importa. En tus oídos suena una
música que no deja de sonar. Te cruzas con gente que no te conoce.
Cada uno vive su propia vida. Sólo eres un extraño que camina bajo
el agua. Has terminado tu jornada en el trabajo. Has pensado muchas
veces en dejarlo. En buscarte otra cosa. Pero son tiempos duros y hay
que llevar dinero a casa. El viento muerde tu piel. Es tu vida y sólo
procuras vivirla. Llegas a tu casa y te encierras en un pequeño
cuarto. Cuatro paredes. Hoy no quieres cenar. No podrías mirar a los
ojos a tus padres. No quieres que vean que caminas solo. Te tumbas en
la cama. El frío de la noche ha helado tu corazón. Nada se parece a
lo que un día imaginaste. Miras unas fotografías . Ella ya no está. Hace
tiempo que se marchó. Tus sueños se marcharon con ella. Ahora sólo
te queda seguir. Seguir adelante. Cerrarás los ojos y esperarás a
que la vida te regale un día más. El mundo siguirá girando en un
universo oscuro y frío y nosotros seguiremos creyendo que estamos
solos. Solos bajo la mirada de un Dios frío y distante como unos
pasos bajo la lluvia helada. Quizás hoy tengas suerte, quizás hoy
no sueñes, quizás solo tengas el dulce beso de una noche sin
estrellas. Hoy la esperanza es un nombre sin sentido, una mano le ha
arrancado el corazón. Sigue lloviendo. Las gotas golpean tu ventana.
Te recuerdan que sigues vivo y que mañana es posible que salga el
sol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario